Diario de una resurrección

Huellas, recuerdos y sonidos

Cuando la mañana

Published by Alejandro Nieto Alonso under , on 19.2.09
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Cuando la mañana levante las persianas, mis ojos.
Cuando la mañana agite sus brazos, mi alma.

Cuando la mañana apague la luna, mi todo.

Cuando el día despierte la ciudad, tú serás mi calma.
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Si al menos existiera

Published by Alejandro Nieto Alonso under , on 17.2.09
Lo he estado intentando
pero tu cuerpo no aparece
tu sonrisa se me escapa
de mi alma sin fondo

Lo he estado intentando
y tu brisa es un recuerdo
atado a una columna de charcos
como un dolor sin mancha

De verdad, que lo he estado intentando
pero tu sangre vagaba por otras manos
y tus vísceras lamían mis ojos
con cariño

Lo intenté con todo mi cuerpo
magullado y solitario
desde el silencio
desde el alcohol
desde el olvido

Pero llegué a casa
y ya no lo intenté más.
No puedo sufrir un cuerpo
que no es el mío

1979

Published by Alejandro Nieto Alonso under , on 16.2.09



Es inevitable. Hay canciones que te recuerdan instantes, vivencias, momentos, etapas de una vida, circunstancías, amores, amarguras... 1979 me recuerda personas. Varias. 1996 fue un buen año. Se estrenó Fargo, también
Trainspotting, un gran ordenador, el Deep Blue, vencía por primera vez a Kasparov, internet ya no era algo que sólo afectaba a Estados Unidos... Fue un buen año porque la vida era larga para mí. Y lo celebraba cada día con buena música y muchos amigos. La gran mayoría de todas esas personas ya no están a mi lado. De hecho, creo que ninguna. Pero da igual, de ellos me quedé con el espíritu de aquella época personalizada en algunas canciones que ya forman parte de la banda sonora de mi vida. Jamás me olvidaré del Qué puedo hacer de Los Planetas en aquellas noches vírgenes de miedo y angustia. Sólo estábamos nosotros y la calle, la vida, el placer, la risa, los descubrimientos, el presente... Pero aquélla canción estaba construida para disfrutar de las sensaciones externas. Su sentico se transformaba cuando la escuchabas en tu habitación, en la breve oscuridad de un martes.
Pero 1979 sí me servía para esa función. La canción de Smashing Pumpkins me recordaba a ellos, quizá en ese momento no lo sabía. Ahora sí. Y lo hacía en la soledad de una cama y una noche sin final. Me recordaba el día anterior y, como un vidente, me hacía ver el posterior. Y me encantaba esa sensación de eterna juventud, de libertad absoluta recién adquirida. Todo era posible en 1979, o en 1996.
Aquellas personas no lo saben pero me acuerdo de ellos. Veo sus rostros en cada acorde de 1979, que sólo pude repetir en mi guitarra hasta muchos años después, cosas de internet. Un coche, dinero en el bolsillo, ganas de comerse cada nota, cada palabra sorbo a sorbo... "Y no sabemos ni dónde descansarán nuestros huesos. En la basura, supongo, olvidados y absorbidos por la tierra". Frases contundentes, directas a la cabezota de un adolescente, incapaz aún de distinguir que era más fácil encontrar un amor apasionado que una amistad perfecta.
Pero como el mundo es imperfecto y los hombres hemos sido creados a la medida del mundo la amistad se fue. Y sólo quedó 1979.
El pasado mes de enero cumplió 13 años y envejece muy bien, de hecho aún es muy joven.

Mucho más que yo. Seguro que yo moriré y 1979 sigue sonando en la mente de algún chaval con su primera libertad. Yo, a pesar del tiempo, me sigo acordando de todos cuando empieza a sonar esa canción.

La soledad

Published by Alejandro Nieto Alonso under , on 15.2.09
De viaje por la vida
te encontré
y la primera vez no supe qué decir

Aquel día, la lluvia acariciaba los parques
y la soledad caminaba de la mano
de un niño asustado.

De viaje por la vida
me perdí en una ciénaga de voces
y no fue fácil vaciar el alma de los árboles

Aquella noche, lloré sin descanso
como cuando amaba
y el interior ardía como un caramelo amargo

De viaje por la vida
aquel día, aquella noche
la soledad decidió por mí.

La Copa de Europa

Published by Alejandro Nieto Alonso under , on 15.2.09

Sigo con mis comentarios de canciones que me han impactado en mi vida en uno u otro momento. La Copa de Europa es mi particular visión del mundo interior en el me veo atrapado, ni siquiera los años me han hecho cambiar. Las situaciones del exterior sí lo han hecho pero cuando vuelvo a escuchar este tema recupero buena parte de mis recuerdos, los que me incumben a mí mismo, sin nadie más. Regreso a una época en la que aprender, conocer, leer y escuchar era algo barato y sencillo, necesario. Ya no lo es tanto y me arrepiento de ello. Por eso La Copa de Europa me trae esa tristeza vital que todos tenemos y me hace preguntarme cosas del estilo de ¿por qué estoy aquí?, ¿cuál es mi destino en la vida?, ¿qué debo hacer?, ¿he vivido al máximo?... y sobre todo ¿lo que tengo dentro de mí es suficiente para ser feliz o aún necesito algo más?
Los Planetas representan una parte de mí que no me gustaría perder nunca. Paso de las críticas, de los que dicen que a Jota no se le oye, que si son unos drogatas, que si.... me da igual. Para mí son algo más, fueron un lenguaje nuevo cuando yo no sabía expresar mis miedos, una visión oscura cuando yo no sabía mirar y un sabor amargo cuando sólo había conocido la dulzura de una vida fácil. Por eso me gustan. Paso del resto.
La Copa de Europa es uno de los mejores temas del grupo. Yo siempre repito que esta canción no puede escucharse en un bar, en una discoteca o en un coche con amigos. No, este himno a la desesperación interna debe oírse en tu habitación, a solas, con las luces apagadas y con los auriculares a tope. Así lo he hecho yo muchas veces. El crescendo de esta canción es increíble -en un concierto es igualmente heróica, sentimentalmente brutal y con un final apoteósico, más propio de una sinfonía que de una canción de música popular de finales del siglo XX-.
Leí en algún sitio, no sé si será verdad o una leyenda urbana, que la letra está inspirada en la Copa de Europa que ganó el Barcelona en los años noventa, cuando Koeman marcó un gol de falta ante la Sampdoria. Todo lo que transcurre en la mente de una persona desde el momento en el que el jugador golpea el balón y se cuela en la portería. La pelota en el aire. Quizá dos segundos de tu vida. Quizá menos, pero suficientes para plantearte tu propia existencia y revolverte el interior contra tu destino, si es que está escrito.
"No tengo fuerzas para hacerlo y encontrar dentro de mí algo nuevo". Una frase que me persigue desde que escuche La Copa de Europa por primera vez. ¿Por qué la gente pasa de su interior? ¿Por qué nos empeñamos en tener cosas, en viajar a otros lugares, en coleccionar personas como amigos o amantes? ¿Por qué no comprendemos que la felicidad está dentro de nosotros? Pues no, no lo haremos nunca. Moriremos pensando en que sin amor, sin éxito, sin reconocimiento, sin el apego al mundo, sin objetos, sin vida social, sin compañía... no somos nada. Pero puede haber algo más, y eso me motiva. Eso me sirve para seguir levantándome cada mañana, ir a trabajar y decir hola al mundo.
Esas sensaciones me deja La Copa de Europa

Me permito el lujo de tomar algunas ideas de la sublime canción de Los Planetas en un escrito que cree hace muchos, muchos años. Era una época diferente a ésta que vivo. Pero la sensación es la misma, por suerte o por desgracia para mí y para el mundo.

No merece la pena
arriesgarse

por cambiar
Algo que está escrito

desde el principio del origen de la historia
Lo mejor será no moverte
no hacer daño ni murmurar
Da miedo levantarse

y descubrir un nuevo sol
un nuevo sabor a día
o un extraño olvido del pasado
Es tan vasto

como un palmo de nada
o un planeta de sentidos
No merece la pena

caer hacia arriba
y volver la vista atrás
Bajo el mar de grandezas y futuros

no se puede respirar
No merece la pena

inventar el rostro
de un amigo, de un amante
que nunca existirá
Sí,
lo mejor será rezar
para no escapar
para no elegir
para no tener que llorar
cada noche

Noche de insomnio

Published by Alejandro Nieto Alonso under , on 14.2.09
Si alguna vez se cansó de mirarte
por las rendijas de su alma
por los rincones del tiempo
como un balcón al cielo
o un teléfono a tus labios

Si alguna vez dejó de cantar aquella carta
de amor y de grietas
con un poema
escrito con tinta de luna
y de miedo

Si alguna vez estuvo enfermo
de lejana melancolía
y extrañas alucinaciones fugitivas
o borracho de belleza distante
y whisky de vida maltratada

quizá fue por tu ausencia

Si alguna vez espió la presencia
de un cuerpo en la noche
o en el humo de un bar
esperando un gesto ya furtivo
y recordado en otro rostro
en otros huecos

quizá fue por tu ausencia

Si alguna vez se volvió loco
y no se atreviera
a mirar por la ventana
por tu ventana de vida
y verdad
Y otras preguntara
a las calles, a los parques
al teléfono o a sus lágrimas
si alguna vez pasaste por allí

Por eso, aunque tú no lo sepas,
quizá fue tu ausencia

la culpable
de todo

Perdóname

Published by Alejandro Nieto Alonso under on 13.2.09
Ya son las tres
Y aún no he podido comer
esa pequeña historia de amor,
quizá sea ese pertinaz martilleo
de aquella voz en la oscuridad

Y ese nombre,
Lucía,
Lucía,
Lucía...
Una y otra vez lo intento
recordar cada beso
cada movimiento de sus dedos
con un cigarro
o el murmullo tenaz de sus ojos
siguiendo cada línea de tinta,
cada renglón de instantes
Pero la olvido
como los sueños nocturnos
o el número de su presencia

Supongo que todo estaba destinado.
Incluso ya conozco ese frío
del teléfono
y la mirada huidiza.
El dolor es más dañino
en la exasperante intimidad
de una discusión inútil
Y el silencio, más profundo
en el vocabulario absurdo
de las hipócritas jornadas de trabajo.

Los pies se me congelan
desde esta noche solitaria
y ya sólo recuerdo
su mano olvidada en la mía
al bajar del autobús.

Ese momento

Published by Alejandro Nieto Alonso under , on 12.2.09







Supongo que sólo espero a que llegue
ese momento
de luz ensordecedora
y hambre infinito

ese momento que, a veces,
entre el murmullo del tráfico
y el crujir de la ciudad,
aparece
ese momento que temes
como el niño que grita
en la negra noche
como el paso al vacío
del suicida sin valor
como la primera palabra
del condenado a penar
como el timbre del teléfono
de las malas noticias
como el adiós de una mujer
en medio de un mar de almas
como el empezar a vivir

Supongo que sólo espero
ese momento imaginado
y huraño
de la soledad
más cruel.

Cuando viste aquella película

Published by Alejandro Nieto Alonso under , on 11.2.09

Ni de todas estas luces apagadas,
solamente tienes que subir,
ni de mis ojos de noche
ni de la calle, apestando a soledad,
solamente tienes que mirar
y sonreír.

Ni de todo este mundo ignorante
ni de mis manos de luna
no tengas miedo de mí,
solamente sube.

Subir y saltar sobre un momento
y sonreír,
como cuando viste aquella película
y te acordaste de mí.

Más tarde

Published by Alejandro Nieto Alonso under , on 10.2.09
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Más tarde,
cuando abril me hubo perdonado,
sucedió algo curioso:

me descubrí a mí mismo
escribiendo versos sobre la fe, lo real
y lo soñado. Sólo en ciertos lugares.
Y hallé tu silueta tras los trazos
de mi pluma y de mis duendes.

Como un ladrón de atardeceres,
saltabas de letra en letra,
de palabra en palabra.

Te perseguí con mi pulso tembloroso
por los amores prohibidos, las primeras luces,
la pasión de lo breve o las imágenes,
pero mis propias frases se convirtieron
en negros barrotes y sucia cárcel.

Más tarde,
cuando la luna hubo llorado,
comprendí con lágrimas en los dedos
que te tendría en las hojas de mi imaginación
para siempre,
para mí solo,
para más tarde.
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Las mejores intenciones

Published by Alejandro Nieto Alonso under , on 9.2.09

La crueldad, la pared del agujero

la televisión de ayer, el barro de aquel charco

la brisa de nuestra dimensión, el fondo de botella

los pronombres, las lágrimas

el recuerdo matinal, la jauría de futuros

el hambre en el pecho

La verdad de un café

el alma de mármol

la soledad de estar junto a mí

el trozo de tu corazón

escondido en mi mar

la espina de mi nombre

clavada bajo tus uñas

el oscuro

el hijo de la sombra

el amor deseado

el dolor perseguido, el dolor acartonado por la humedad

el tiempo perdido sin ti, el ganado sin mí

el bolsillo vacío, la mente clara y yerma

el amor deseado, el hijo de la luz

el luminoso dios de la calle

el ayer de recuerdos

la imposibilidad de ser posible

la mentira de sus ojos

el hijo de la sombra

el oscuro, el dolor

los labios llorosos.

Todo eso lo impidió


Olor a mandarinas

Published by Alejandro Nieto Alonso under , on 8.2.09


Cuando un final se convierte en un comienzo. Como en un círculo sin principio ni final, sin tiempo ni espacio, sólo un misterioso y lento instante en el que ya no hay movimiento interior, sólo vida y futuros truncados, o iniciados quizá.
Zahara aún no tiene disco. No le ha hecho falta para triunfar. Internet es masivo, rápido, barato y si el producto es bueno no habrá ningún problema. Pero me niego a calificar a Zahara como producto. Las sensaciones que te vienen a la cabeza cuando la escuchas van más allá de un simple producto de fábrica tipo triunfitos, melodys o bisbales. Dolor, ilusión, ganas, fugacidad, remembranzas, fuego, rincones, magia, optimismo, tristeza, curiosidad, infancia, inocencia, genialidad... todo eso es Zahara y seguro que mucho más.
Olor a mandarines es un ejemplo. La dulzura con la que viste de voz sus canciones no oculta el terrible dolor de sus letras, las dramáticas vivencias que sostienen sus versos y el placer inmenso de sentirse vivo a pesar de los baches del camino. Olor a mandarinas me tocó de lleno el corazón en un momento cruel, injusto y amargo. 'Con las ganas' podría resumir mejor mi estado de ánimo, pero su crudeza es brutal, es demasiado directa... Pero Olor a mandarinas es más sutil, busca metáforas, imágenes y olores que representan ese "momento de irnos". Además, aún busca una luz en la oscuridad, una ventana abierta en un rascacielos, un diminuto grano de arena en el desierto del amor cuando habla de "retrasar el momento", de "prolongar el encanto de vernos". Todo un himno al desamor, al vacío de los amantes desdichados e infelices y a la amargura de los desencuentros.
Y luego está el "No quiero un final feliz, sólo quiero serlo", un impactante resumen de la vida. Sin más. Sólo serlo. ¿Tan complicado es?

Ya no es suficiente

Published by Alejandro Nieto Alonso under , on 7.2.09
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Voy solo
camino con la vista al suelo
a los pies ya cansados de problemas
de deseos de tocar el cielo
y de anodinas palabras vacías

Camino solo
sin un faro ni una senda
desde lo más profundo de mi alma
hasta el lamento de una herida sin venda
y sin calma

Camino solo
por las promesas vagas
y las calles repletas de gente sin nombre
camino y no miro nunca atrás
pero me gustaría ser un hombre
y detenerme a descansar

Voy solo
pero ojalá fuera piedra o rama
inmóviles, sordas o ciegas
Camino solo en un huracán
de diabólicas ideas
y pesadas cadenas de lágrimas
Camino
pero eso ya no es suficiente
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Ser y tener

Published by Alejandro Nieto Alonso under on 3.2.09

Soy defectuoso, flaco, soñador, silencioso, humilde, poeta, sincero, sencillo, incapaz de hacer daño, juicioso, paciente, amigo, confiado, quieto, ansioso, feo, sentido, timido, oscuro, misterioso, esquivo, solitario, extraño, adolescente, inconstante, miedoso, transparente, invisible, niño...

Tanto ser, tanto sentir que ya no sé quien soy


Tengo bondad, cariño, besos, gracias, silencios, canciones, palabras, más silencios, bloqueos, huecos, rincones, sinceridad, mucha sinceridad, ideas, locuras, lágrimas, sueños, calor, abrazos, sonrisas,


Tengo amor, sólo amor, y no basta para ser feliz



Día 6

Published by Alejandro Nieto Alonso under , on 2.2.09


Ya no sé si quiero querer
si deseo hablar o no
si tu marcha es una espiral
o una puerta tapiada para siempre
Será lo mejor de tu vida
dicen. Pero no me lo creo
y voy en metro a todos lados
sin mirar, sin ser mirado,
sin mirarme

No me di cuenta de mis pecados
Estabas tan lejos cuando te sentía cerca
tan dormida cuando soñaba tus abrazos
Era el disfraz tan cierto y sereno
Las fronteras de tu alma tan vastas
que nunca supe que sucedió
que pasó por tus ojos extraños
tus labios heridos
manchados de tanto sufrir
y si apenas lo vislumbro no lo entiendo
y siento el frío angustioso y cortante
que no me abandona desde entonces
el dolor antiguo
del hombre humillado y solitario
perdido en su propio espejo

Ahora me miento a mí,
a mis verdades más sinceras
y me siento cómodo…
hasta que me llevas de nuevo
a tus colores, tus recodos
tus líneas de la mano
y mi imagen contemplando
tu alma mientras dormías
a mi lado…

Futuro, pasado y presente
suceden, como en un círculo,
pero yo ya no estoy aquí
mientras tu sabor decrece
y el tiempo se detiene
en ese devorador instante
de pasado y dolor

Día 8

Published by Alejandro Nieto Alonso under , on 1.2.09
De poco sirve sentir
Ser un infinito pozo de nostalgia

o convertir cada noche en un incendio

romperme por dentro por la belleza de un instante

por unos ojos vibrantes, libres y ciertos

o sentirse más que un abismo

una mentira o un maldito engaño

De poco sirve cuando

formas parte de la gente

de las palabras sombras

las burdas mentiras

los juicios predichos

las verdades llanas

las penas solitarias

los invisibles

De poco sirve

Reir, sufrir el desgarro interior y antiguo

de chocar de frente con un ángel

un gesto noble y sin fin

una mirada humilde y viajera

un rostro imprescindible,

superviviente a las generaciones

precioso en su propio fin

inexplorable y sabio en su comienzo

de poco sirve sentir

cuando eres invisible