Diario de una resurrección

Huellas, recuerdos y sonidos

¿Búsqueda interrumpida?

Published by Alejandro Nieto Alonso under , , on 25.3.10


La vida da muchas vueltas. Gira sobre sí misma para volver a morder el inicio. Te envuelve en un sinfín de curvas, recodos y esquinas. Te eleva y te escupe. Te sangra y te envenena. Merodea en las cercanías de tu corazón, pero no llega a entrar, sospechosa, inasible y desquiciante. Un día descubres que la vida no te toma en serio, que sólo eres un juego de casualidades en el que tú eres sólo una ficha, un peón de una batalla que ni siquiera imaginas.


Es entonces cuando te planteas si la búsqueda es cierta. Ya no efectiva y necesaria, sino cierta… El equilibrio se desvanece y se escurre entre tus piernas, antes firmes en tus creencias absurdas pero reales y ahora estúpidas y banales. La búsqueda de tu propia existencia se torna infinita y por eso cruel. Muy cruel. Injusta. Vana.


Unos buscamos toda la vida y no encontramos más que incógnitas. Otros no buscan y encuentran. Otros, los más, se encuentran con lo que no buscaban. Ésos sí llegan a conocer la verdadera esencia de la vida, la simple y sencilla rutina de ser, más allá del viaje a ninguna parte, más allá del universo que nos aplasta y del que apenas conocemos nada. Sólo ser, aceptando las condiciones y las reglas del caos que nos rodea. Sencillo y por eso vulgar.


¿Pero quién aprende a aceptar el fracaso? ¿Quién acepta lo que llama a nuestra puerta sin ni siquiera una queja o un gesto de asombro? ¿Quién asimila lo extraño del convencimiento natural? ¿Quién desiste de cambiar? ¿Quién deja de llorar?


Sólo los felices, los que todo les va bien, los desmemoriados, los desapasionados, los santos, los cuerdos, los llanos de sensibilidad, los amantes del amor confortable, los dueños de lo evidente… Los que no son como yo, quizá ni como tú que lees estas palabras.


Lo siento, pero yo sufro por dentro. Me trituro mientras tiemblo. Me desvelo de madrugada. Lloro por una búsqueda que el destino me roba y me deja sin nada que hacer ni probar.

La vida me traiciona, sí… pero yo seguiré buscando.


Suena: Si está bien, de Los Planetas.


Si todo va tan bien,
si todo va tan bien,
¿por qué este dolor
que siento?

Y si todo va tan bien,
si todo es tan sencillo,
¿por qué este vacío
que siento?.

Si está bien,
si está bien,
si es tan fácil,
¿por qué duele así
por dentro?

Vivir deprisa, más deprisa

Published by Alejandro Nieto Alonso under on 12.3.10


Un abrazo eterno…

desde el cielo

hasta lo más profundo del mar

Una caricia infinita…

desde tu cabello, tus dedos, tu piel

hasta lo más hondo de tu alma

Sólo quiero morirme

y esperar en un rincón del cielo, solo

ese abrazo que tanto echo de menos

aquellas caricias que me volvían loco

esas palabras que nutrían mi anhelo

Sólo quiero morirme

avanzar rápido, arriesgarme, vivir deprisa

envejecer sin pausa, dormir poco

llenar espacios y tiempo

sólo quiero llegar al fin, ser valiente

para tenerte otra vez cerca

para abrazarte por última vez

o por primera

y para siempre

en un abrazo eterno

en una caricia infinita


Suena: La gota de rocío, de Silvio Rodríguez


Batallas perdidas

Published by Alejandro Nieto Alonso under on 12.3.10

El pasillo es un ejército

la cama un estallido

la cocina una trinchera

la casa un enemigo

en esta guerra que es vivir

sobrevivir a la soledad

es la única victoria

de cada noche

y el único faro encendido

el siguiente amanecer

Aprender a comer solo

llorar sin lágrimas

sonreír sin ganas

fingir para salvarse

dormir para no recordar

olvidar para seguir en pie

y los libros son fusiles

las sábanas una ciudad arrasada

el armario un cementerio

tu lado de la cama un campo de minas

en esta guerra ya perdida

que es vivir

Puzle sin terminar

Published by Alejandro Nieto Alonso under , on 26.2.10


Llegamos. Eso es todo. No sé por dónde vine y cómo llegué aquí. Tengo un sabor amargo en todo lo que hago… y no he mordido. Me arden los ojos… y ni siquiera he mirado. Me atasco en cosas sencillas, me guardo el alma, lo reservo para el futuro… pero ni siquiera sé si llegará. Me doy sin preguntar, me lanzo en medio de la tormenta… y nadie comprende mis palabras. Ni siquiera yo. Soy un puzle sin terminar al que le faltan piezas y que no encuentro a pesar de la calma y la constancia.

Llegamos. Llegué. Ya no soy el mismo que trazaba sin rubor frases y poemas con 16 años… pero sigo buscando lo mismo ahora. No sé cómo llegué a este punto y aparte, a este borde de un abismo sin fondo en el que mi equilibrio tiembla de impaciencia, a este cruce de caminos sin indicaciones, a esta niebla plomiza que me rodea y me abraza con exquisita crueldad. Fui feliz y también cobarde en aquella habitación marrón y verde. Tuve las piezas en mis manos… pero se escurrieron entre los dedos. Ahora sólo llego… sin ser… sólo corro, vuelo, salto, camino, navego, me muevo, paseo, me desplazo sin sentido…


Llegué aquí y ahora quiero sentarme. Quiero descansar sobre mi punto y aparte y esperar a que alguien pase y… me termine.

Punto y aparte

Published by Alejandro Nieto Alonso under , , , on 13.2.10


Punto y aparte. Paso a nivel con barreras. Al final de la escapada. El tiempo puesto en marcha de nuevo con un golpe en la sien. O en el corazón. O una colleja. El primer paso después una larga y ansiosa espera. Tambaleante, a regañadientes, sigiloso, en una calle encharcada y llena de barro. Pero paso al fin. Salgo de la pecera donde me había encerrado durante tantos meses y la sensación es de miedo.

Prefería sufrir a no sufrir nada. “Me estoy sintiendo vivir cuando me dueles”, decía Salinas. Bien, pues se acabó. Me lanzo al vacío en mitad de un incendio y dejo atrás ese doler para vivir. Lo intenté. El miedo cedió, quise arriesgarme, me fugué contigo, me entregué a tus fantasmas, canté tu música, sentí tus odios, me empapé de tus labios… pero el dolor siguió y la vida se detuvo. Como cuando era lunes y la semana comenzaba. Como cuando me empeñé en subir al tren equivocado.

Pelear fortalece. Esquivar enriquece. Olvidar te hace más sabio, aunque sea contradictorio. Desmemoriado quiero estar, mientras el punto siga aparte y las barreras no me dejen cruzar al otro lado de mis recuerdos.

Por tradición

Published by Alejandro Nieto Alonso under , , on 9.2.10


Aún no es tan tarde. Es bien fácil... La profecía se cumple. Dos extraños se confunden y se aman sin conocerse. ¿El error es ser superfluo? ¿Entregarme demasiado rápido? ¿Mostrarme tal y cómo soy? ¿No esconderme tras una fachada de confianza y pulcritud?
Mi vida es como el universo, aparentemente sin orden, lleno de estrellas y siempre, siempre en expansión.
Los defectos son tan necesarios para el orden interno como lo es la pasión que siempre busco en cada rincón, en cada esquina de esta ciudad esquiva. Pero los defectos son más listos que la dramática búsqueda del sentido último. Cada amanecer se va pareciendo al anterior a cada paso que mi galaxia se expande. Cada pregunta se suma a una montaña de valentía absurda y que no conduce a nada.
¿El cosmos puede cambiarse? ¿Podemos saltar ese eje en el que gira nuestro destino? ¿Podré encontrar a mi otro yo en uno de esos saltos de tiempo y espacio? La tradición indica que no será posible, que no podré sobrevivir a tu indiferencia, ni soportar tu rostro de piedra, ni enderezar nuestros defectos... ¿Será demasiado tarde para saber dónde estás? Yo seguiré aquí, sentado, esperando, valiente, intentándo romper el eje del tiempo y devolver las cosas a como estaban antes o a como estarían después, o a como nunca estuvieron...
No pierdo la esperanza de quebrar la tradición.

Cuatrocientos golpes

Published by Alejandro Nieto Alonso under , , on 9.2.10

Los cuatrocientos golpes me hunden el costado

sangran mi camino de espirales y errores

Los cuatrocientos recuerdos me desvelan el pasado

más real y a la ve más lejano

Las cuatrocientas flores que dejé de regalarte

se pudren en la basura del porvenir

sollozan con lluvia de castigadora eternidad

Las cuatrocientas puertas que se abren y cierran

me conducen a la misma calle, a la misma luz

que alumbra cada rincón de mi memoria

Los cuatrocientos silencios me hacen llorar de rabia

y esquivan mis palabras de consuelo, sin pudor

sin ningún remedio, sin mirar atrás

Las cuatrocientas imágenes me guían en la noche

me revelan que una vez estuve vivo

Las cuatrocientas noches sin ti son sólo números

que me restan, me dividen… me recuentan

sólo son horas perdidas, pasos tambaleantes

que me acercan a otro número infinito y fatal

de golpes, recuerdos, flores, puertas y silencios

y después de eso…

cuatrocientas noches más



...O como diría Love of Lesbian:

Cuatro mil días después de aquel año obcecado, detecto que al fin te dignaste a cumplir con la cita inaudible, y me alegro, y me enfado a la vez.
Después de estudiar con cuidado este caso ejerciendo a la vez de fiscal y abogado, de juez imparcial, sentencio lo nuestro diciendo que el fallo más grande pasó por guardar solamente los días más gratos y olvidar los demás.
Mirarte de frente. Admito en voz alta que no pocas veces he sido tentado en coger mi esperanza y lanzarla sin más a la fosa común donde yacen los sueños... que nos diferencian.



Escaparé antes

Published by Alejandro Nieto Alonso under on 25.1.10

Escaparé antes

cuando no sea tarde

cuando aún haya esperanza

huiré antes del terremoto

antes de que mis cimientos tiemblen

y no tenga donde agarrarme


Escaparé antes

aunque el viento me lo impida

y sus ojos me sueñen cada noche

desapareceré del escenario

sin magia ni truco, sólo miedo

Escaparé antes que ocurra

mucho antes que mi cabeza lo ordene

antes del amanecer, de madrugada

sin que ella lo sepa, sin que nadie me vea

Escaparé sin avisar

antes de que traigan las cadenas

y todo se vuelva trágico e intenso

me marcharé sin despedirme

sin lágrimas, sin abrazos, sin estaciones

todo será rápido y sin temor

sin una mirada atrás, sin remordimiento

y el sacrificio me tornará más sabio

más fuerte para la próxima huída

más duro para la última

Escaparé antes de ti

y regresaré a casa, sin correr riesgos

sin miedo a encontrarte en el pasillo

o en lo más profundo de mi memoria

Escaparé antes de que todo suceda

y ya no pueda fugarme ni olvidarte

ni desencadenarme, ni bajarme del avión en llamas

que son tus brazos acogedores

tu cuerpo buscador, tu risa soñolienta

tu ternura disfrazada, tu dulzura desperdiciada

tu amor herido, tu alma atormentada

y nuestro futuro imposible

Escaparé antes…

pero no quiero


Suena: Neighborhood #1 (Tunnels) de Arcade Fire



Cambiando

Published by Alejandro Nieto Alonso under , , on 25.1.10
Cambiar, girar, evolucionar…
Admitir que el horizonte siempre estará lejos
siempre nublado dentro de mi habitación
buscando un equilibrio imposible.

Cambiar, huir, esconderse…
Esquivar los golpes mientras me quedo solo.
Limpiar mi cabeza de paraísos posibles
evitando el padecer ambiguo de ser hombre
en un mundo de hombres.

Cambiar, renacer, revivir…
Intentar pasear sin llegar a ningún sitio.
Siempre hurgando en un interior
diminuto y extraño para la vida infinita.

Cambiar, volver a perder, levantarse…
Y mantener la sonrisa en el rostro
sin una razón, sin ganas, sin deseo.
Y siempre regresar al mismo punto de partida:
la soledad del primer llanto,
la pesada soledad del nacimiento,
la angustiosa soledad del no saber
qué nos pasará cuando cambiemos

Manchas solares

Published by Alejandro Nieto Alonso under , on 16.1.10


Prefiero el reflejo

la imagen, el oasis ilusorio

Prefiero el sueño

la figura difuminada, el lejano sonido

Prefiero el futuro recuerdo

las gotas de lluvia resbalando en el cristal

prefiero vivir sin buscarte

caminar por mi cabeza sin memoria

prefiero retirarme

antes de indagar y encontrarte

en un rincón de mi euforia

en una esquina cualquiera del tiempo

Prefiero las nubes

el cielo gris, la playa mojada

el espacio vacío, la incertidumbre

Prefiero aquel regalo soñado

palabras de mi imaginación

que nacieron la mañana

en que me diste la espalda

quebraste la emoción

y escapaste por la rendija

de la desilusión

más desolada





Cuando el alma

Published by Alejandro Nieto Alonso under on 11.1.10

Cuando el alma se empeña

ningún muro es consistente

ninguna razón es suficiente

ninguna coherencia antigua la detiene

Cuando el alma se enciende

no hay rompeolas que las olas aguante

no existen palabras que amansen

no hay agua para apagar el corazón ardiente

Cuando el alma te empuja

apenas puedes contener su aliento

tus raíces no evitan el sincero tormento

una simple caricia te desgarra y asusta

Sin muralla, sin razón, sin coherencia

sin agua, sin rompeolas, sin palabras

sin raíces, sin aliento, sin paciencia

tu alma te inunda libre y franca

borra tus fronteras, tus refugios, tus certezas

tu intimidad se vuelve enemiga

tus últimas verdades estallan en pedazos

Entonces sí, te descubres vulnerable

te despiertas con miedo y sollozando

caminas sin sombra ni rumbo

junto a tu alma caprichosa e ingobernable