Diario de una resurrección

Huellas, recuerdos y sonidos

Noche incógnita

Published by Alejandro Nieto Alonso under , on 21.11.09


El milagro con el que invento palabras

la confianza, mis últimas certezas, mi escasa fe

todas las monedas que me quitan el sueño

otro tercio de mi vida, todo mi saber

los pies que casi nunca me llevan hacia ti

los oídos ya inútiles y añorantes de tu voz

todas mis canciones preferidas, las que me recuerdan a ti

todos los objetos que acumulé sin sentido

el optimismo, la alegría, la educación

la otra mitad de mi corazón malherido

mis días posteriores, mis amaneceres solitarios

la mejor versión de mi torpe y extraño humor

los celos, la ambición, la perseverancia, la bondad

los ojos que te vieron por primera vez

mis miedos más profundos, los que no conoces

mis recuerdos contigo, nuestros dos únicos viajes

el sabor de tus labios, las caricias regaladas

el deseo, la vergüenza, la raíz de mis lágrimas

el olor de tu cuello, el color de tus silencios

la memoria antigua, las sorpresas, la rabia

mis pobres riquezas, mi sigilosa alma mortal

el tiempo, la ilusión, la apabullante calma de tu ausencia

Todo esto arrancaría de mí

sólo por pasar esta larga

e incógnita noche junto a ti


Suena: SPNB, de Iván Ferreiro

4 comentarios:

Credendo Vides dijo... @ 22 de noviembre de 2009, 21:19

Arráncalo, pero de golpe... pero no por pasar otra noche junto a quien no debes. Recuerda q todo eso está ahora ahí por esa persona.
Seguro q hay alguien por ahí, deseando arrancarte todo eso y poner en su lugar nuevos recuerdos junto a ella.
Precioso, como siempre. Y la canción, incomensurable (si se me permite ese calificativo).
Saludos desde el Inframundo.

Sara dijo... @ 23 de noviembre de 2009, 19:29

La apabullante calma de tu ausencia...
Dios, qué frase.

Alejandro Nieto Alonso dijo... @ 24 de noviembre de 2009, 2:40

Credendo. Quizá quiera pasar esa noche con la persona con la que deseo crear nuevos recuerdos... Quizá sea yo con quien quiero disfrutar esa noche o vida especial... Caben muchas interpretaciones. Elige tú la que más se amolde a tus sensaciones... mira dentro de ti, no de mi. Un saludo desde... mí mismo

Alejandro Nieto Alonso dijo... @ 24 de noviembre de 2009, 2:49

Sara: gracias por visitarme de vez en cuando. Tú no te quedas corta: "Como esa catarsis que siente un yonqui cuando disfruta del pico, sintiéndose al mismo tiempo el más feliz y desgraciado del planeta… así es como se siente el estado al que Ramón te transporta. Todo un experto en biberones agridulces, fracasos maduramente aceptados y cotidianidad, tal como aclimató la grandiosa Tú, Garfunkel, cerrando la velada". Enorme, me encanta... Así me siento, es cierto, cuando escucho a The New Raemon. Por cierto me estoy bajando todas las pelis de las que hablas. Ya te contaré cuando las vea. Un saludo

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